Las parejas se rompen muchas veces por falta de acuerdos, de sinceridad, de visión compartida y objetivos comunes. Gran parte de los problemas sentimentales que tenemos es por la falta de madurez emocional, surgen dificultades ante el sufrimiento, la incertidumbre. La inmadurez emocional está relacionada con el apego afectivo, se crean relaciones poco sanas basadas en bajos índices de tolerancia ante la frustración, con escasa resistencia ante la adversidad y el sufrimiento y poca ilusión por la permanencia.
Si en general hemos huido de los problemas se ha ido anulando la capacidad de reflexión. Es frecuente huir del esfuerzo que supone estar atento a nuestros sentimientos y a los de los demás.
¿Sabes lo que quieres tú? ¿Sabes lo que quiere tu pareja? Quizá no lo comprendes o lo ignoras, porque te centras tanto en tus propias motivaciones que no reconoces las ajenas.
No existe ninguna seguridad afectiva, nada que te garantice nada de por vida a no ser que tengas cerrado un acuerdo de que pase lo que pase cumplirás un contrato físico o verbal hasta el final de tus días. ¡El amor puede llegar a ser una experiencia encantadora y dolorosa, divertida o difícil y depende de cómo eres tú!
Sentir placer y acostumbrarnos al otro engancha, porque nos da seguridad. Cuando estamos en una relación que quizá ya no nos seduce tanto, pero con la que nos sentimos seguros es difícil romper porque nos cuesta hacernos cargo de nosotros mismos, ¡a veces no nos bastamos a nosotros mismos! o no apetece porque nos da pereza! Enfrentarte a lo nuevo asusta, tanto si no tienes pareja y deseas tenerla como si la tienes y ya no estás bien, interfiere un proceso en el que tienes que moverte por zona desconocida.
Tú aportas a la relación tu experiencia, tu entrega, tu compromiso, tu bagaje. ¡Aportas lo que eres y cómo estás emocionalmente por eso es mejor llegar sanos a una relación sintiéndonos personas queribles en lugar de llenos de heridas y esperando ser salvados!
Trata de encontrar un equilibrio emocional en el que un sano amor por ti te permita amarte y amar. Quizá quieres buscar la solución en lo externo, en otra persona, alguien que le dé sentido a tu existencia y vas a su encuentro, pero todas las respuestas están en ti mismo, si te amas puedes ir al encuentro del amor en otros…
Para mantener una relación de pareja sana entrega el corazón, pero no el cerebro, podemos ser interdependientes sin ser dependientes. Puedes practicar la autodisciplina que es lo contrario a la inmadurez, fortalecerla es madurar emocionalmente y aprender a manejar los impulsos, si hay autocontrol te sentirás mejor y puede ser el comienzo de algo que antes no existía, empezar a crear desde una Nueva Forma de Pensamiento, posible para ti, ¡si tú lo crees!