Y tú, ¿quién quieres ser?
No eres la opinión de otros, ni siquiera tus juicios sobre las experiencias que te han ocurrido, no eres tus creencias, no eres los cargos que ostentas o lo que hayas fracasado, eso, ¡no define tu identidad! Solo lo has hecho tuyo por el enorme poder que le has otorgado a tu mundo externo, a las etiquetas, al final lo has confundido con lo que eres tú.